lunes, 15 de agosto de 2016

Esos rostros cerúleos...


       He aquí, en la foto, un auténtico rostro cerúleo...

       Cerúleo (a pesar de lo que creen algunos escritores) no significa «de cera», eso sería céreo. Cerúleo viene de la forma latina caeruleus (del color del cielo), que a su vez proviene de caelum (cielo); lo que viene siendo... azul. 

      Para María Moliner: «Aplicado al cielo, el mar o los lagos, azul». El DRAE no restringe el uso y simplemente indica que: «Dicho de un color: Semejante al del cielo despejado o el de la alta mar». Para Martínez de Sousa, en el DUDEA«Color azul del cielo despejado, de la alta mar o de los grandes lagos». Añade Sousa que algunos escritores caen en la confusión de las palabras céreo (de cera) y cerúleo (azul), confusión facilitada por la morfología de estas palabras. Y recoge este autor la cita de un periodista que, en un prestigioso periódico de tirada nacional, escribe acerca de pasajeros cerúleos y callados... (¿Le habrá dado el visto bueno algún corrector?)


          El azul del cielo, el mar o los grandes lagos no es siempre el mismo, de modo que existen el cerúleo brillante, el oscuro, el pictórico o el azul calipso, entre otros. Se trata, en cualquier caso, de una gama de colores que engloba el azul profundo, el celeste, el azul brillante o el azul con matices verdosos, pero nunca, nunca, nunca, hará referencia al color de la cera. 

      Quien tiene muy claro qué color es el cerúleo es Miranda Priestly en El diablo viste de Prada. ¿Recordáis la escena en la que la chica, recién contratada, se ríe y dice que no entiende de esas cosas mientras Miranda escoge unas prendas para unas fotos? «Lo que no sabes es que ese jersey no es solo azul, no es turquesa, ni es marino, en realidad es cerúleo», le dice la diablesa a su empleada. Y le habla de chaquetas, jerseys y vestidos cerúleos, y de millones de dólares, no cerúleos, sino verdes.


      En conclusión: cerúleo significa de «color azul»; céreo significa «de cera». Así que, en la medida de lo posible, vamos a dejar los rostros cerúleos para los pitufos pues, hasta el día de hoy, yo todavía no he visto ningún enfermo, ningún difunto, ningún pasajero, con el rostro... azul cielo.



Leyendo una novela me encuentro con esto...
Lo añado a esta entrada
y me desespero un poco

Este galguito, que se llama Azul, observa el cielo azul.
Lo cerúleo es el cielo, no el perro...



(Des barques) ornées, par paire,
d'étranges insignes, de figures
multicolores rappelant celle du blason (...)
tout cela s'éployait splendidement sur
le céruléen tapis de la mer.

GIDE, Feuillets d'automne

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado... anímate y ¡comparte!

Por aquí ando: