Un corrector, cuando se enfrenta a un texto, debe dudar de todo y sobre todo debe saber dónde encontrar soluciones. Son básicos el Diccionario de la lengua española, que suelo consultar en línea, aunque también lo tengo en papel, el Diccionario panhispánico de dudas y la Ortografía de la lengua española, así como gramáticas, diccionarios de sinónimos... Un corrector debe además rodearse de una bien nutrida biblioteca en la que figuren obras de consulta específicas a las que acudir para resolver sus problemas. Finalmente, existen también manuales y diccionarios imprescindibles, esenciales, de esos que compras, lees (sí, hay diccionarios que merecen ser leídos de cabo a rabo) y colocas en un plúteo «de honor» pero, al final, siempre los tienes encima de la mesa de trabajo. En mi caso son cuatro libros, los cuatro de José Martínez de Sousa, y son los siguientes:
Manual de estilo de la lengua española (MELE)
Este es el manual imprescindible para todo corrector que se precie. Aunque es un manual de consulta, y como tal lo tengo siempre a mano en mi escritorio, en su día me leí la tercera edición, más de setecientas páginas... dos veces.
El manual se divide en dos partes muy diferenciadas: la primera, «El trabajo intelectual», ofrece los elementos básicos para escritores, editores, traductores o correctores, resolviendo dudas y aportando informaciones en los campos del trabajo documental (citas, bibliografías...), la escritura (problemas de redacción, extranjerismos...), la ortotipografía y la bibliología; la segunda parte es un «Diccionario de materias» en el que se exponen alfabéticamente las materias dudosas y las normas que afectan a cada una de ellas. Encontramos, además, cuadros de unidades de medida, de topónimos extranjeros, de signos ortográficos, monetarios, musicales, matemáticos... También puede resultar interesante un apartado de la introducción que incluye una «Bibliografía específica para escritores y traductores», donde se recogen diccionarios, manuales de estilo, de tipografía, etc.
Ortografía y ortotipografía del español actual (OOTEA)
Si bien el MELE contiene un apartado de ortotipografía, esta obra específica es fundamental para un corrector. Se divide en dos libros: el primero, «Ortografía usual», recoge los principios normativos básicos de la escritura, la atildación de las palabras, su división a final de línea, el empleo de los signos de puntuación, de las mayúsculas iniciales, etc.; el segundo, «Ortografía técnica», ofrece una incursión en la ortotipografía, alfabetización, notas, citas, citas bibliográficas, índices, cuadros, etc. Cuando voy a consultar este manual, ya se me abre solo por el cuadro de abreviaturas bibliográficas...
Diccionario de usos y dudas del español actual (DUDEA)
Este libro recoge alfabéticamente los errores de escritura y expresión más frecuentes. Abreviamientos, alografías, barbarismos o solecismos ocupan algunas de las entradas de este peculiar diccionario. Son muy útiles las explicaciones de los extranjerismos, especialmente los anglicismos, que en la actualidad tienen un enorme peso en todos los ámbitos de la lengua. ¿En qué se distinguen los adjetivos cerúleo y céreo? ¿Es correcto el uso del anglicismo freelance? En este diccionario encontrarás las respuestas. También se pueden consultar dudas sobre el uso más actual de la lengua en la web de la Fundéu.
Diccionario de uso de las mayúsculas y minúsculas
El uso de la mayúscula inicial frente a la minúscula obedece, en algunos casos, a razones subjetivas. Existe la tendencia a escribir con mayúscula aquello que nos parece importante, pero muchas veces esa mayúscula es errónea, y por otra parte hay palabras que, según el contexto, se escribirán con mayúscula o no.
Como el propio Sousa nos explica, la Academia ofrece unas normas insuficientes y, en algunos casos, contradictorias, pues lo que se prescribe en la ortografía no siempre se aplica en el Diccionario. A esta falta de coherencia hacen referencia otros ortógrafos como Moliner, Polo, Carnicer... Por este motivo, este diccionario de mayúsculas y minúsculas es un pequeño faro imprescindible para llevar a cabo la labor de corrector de la manera más digna posible, aunque ello suponga no seguir siempre fielmente los preceptos de la RAE.
Hace unos meses colgué esta foto en mis redes sociales para demostrar que ese galguito, que estaba en adopción, no comía gatos... Chis lo observaba sentada en mis manuales de Sousa :) |
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